¿Comprar un TPV barato para hostelería?
¿Comprar un TPV barato para hostelería?
Entonces después de tanto pensarlo, ¿has decidido que un TPV es la mejor solución para hacer crecer tu negocio? Si es así, ¡Felicidades! Un buen sistema de administración es la clave para que cualquier negocio sea exitoso, pero ¿Ya sabes qué dispositivo es el que mejor le conviene a tu restaurante, bar o cafetería? En este artículo te enseñamos cuáles son las ventajas de un terminal punto de venta y sabrás si un TPV barato para hostelería es la mejor opción.
¿Cuál es el mejor TPV para hostelería?
La cantidad de modelos TPV que hay en el mercado, es verdaderamente enorme, por esta razón a primera vista, para los inexpertos puede resultar confuso tomar una decisión correcta y tener una buena experiencia de compra.
Desafortunadamente no todos los dispositivos de este tipo funcionan bien en cualquier negocio. Así que no simplemente podemos elegir el primero que se atraviese en nuestro camino.
Desde hace algunos años, la era digital se apoderó del comercio y los TPV han sufrido una serie cambios, en los que se les han agregado muchas funcionalidades con el afán de mejorar su rendimiento y eficacia. Aunque esto no ha sido malo, significa que cada modelo está integrado con herramientas diferentes. Pero, entonces ¿qué es lo que debe tener un TPV para que sea óptimo para la hostelería? Las respuestas las tenemos a continuación.
1. Modelo
El tiempo no pasa en vano por eso cuando se trata de dispositivos electrónicos, esto repercute principalmente en su utilidad. Por lo cual lo primero que se debe verificar en este aspecto es que los materiales de fabricación sean de la más alta calidad, ya que con ello se garantiza que el tiempo de vida útil del dispositivo sea mayor.
Además de ello, otra cosa que es muy importante es la fiabilidad del origen. Lo mejor es asegurarnos de comprar equipos originales con placas que certifiquen los datos del fabricante. Así nos ahorramos malos ratos, con respecto a la seguridad del TPV.
2. Software
La interfaz de usuario del TPV para hostelería debe ser intuitiva. El dispositivo debe ser de manejo sencillo para que la atención al cliente sea rápida sin pérdida de tiempo innecesaria.
Hay que tener en cuenta siempre que aunque estos establecimientos tienen requisitos diferentes, generalmente el sistema operativo de la mayoría no es específico para su uso en restaurantes o en negocios de este sector comercial. Por lo tanto, hay que dar prioridad a los que poseen un sistema operativo que pueda convertirse en una solución para la administración y gestión de pagos en esta industria.
No te conformes con cualquier sistema simple. Existen terminales que pueden facilitar tareas como agregar o quitar ingredientes de un plato, combinar ofertas, dividir las cuentas, enviar el pedido directamente a la cocina, administrar los pedidos de una mesa, enviar la factura por correo electrónico al cliente, entre otras cosas.
3. Complemento caja registradora / TPV
Debido a que no siempre los clientes hacen pagos electrónicos o con tarjetas bancarias, es necesario tener a disposición un lugar donde se pueda guardar con seguridad el efectivo recolectado.
Actualmente existen modelos de TPV que se complementan con una caja registradora para este fin.
4. Proveedor
Imagina gastar dinero y tiempo, comprando un TPV al azar y capacitando al personal para usarlo; para luego darse cuenta de que realmente no ofrece nada de lo que los anunciantes prometían.
No todas las empresas de tecnología son confiables, por lo que antes de elegir un TPV se debe verificar que la reputación del proveedor sea buena. Los expertos en esta industria recomiendan tener cuidado con los nuevos proveedores, porque puedes estar obteniendo un terminal con poco o nulo soporte y que posiblemente nunca se actualizará.
Solo hay una indicación que funciona verdaderamente con respecto a este tema: elige un proveedor con historial comercial comprobado.
¿Cómo decidir qué TPV es el mejor?
Cada negocio tiene requerimientos diferentes, por eso un TPV ideal es aquel que se adapta a las necesidades específicas del establecimiento. Para reducir tus opciones, respóndete las siguientes preguntas:
1. ¿Qué funciones necesita mi negocio?
A diferencia de las simples cajas registradoras, las funciones de un TPV van mucho más allá de procesar pagos y registrar transacciones.
Hoy en día, estos son sistemas que aceleran la atención al cliente, ayudan a administrar el inventario, promueven la fidelización de los clientes y un sin fin de cosas más. Especialmente en la hostelería, hay algunas funciones que se pueden aprovechar mejor que en otros tipos de negocios. Por ejemplo, los empleados pueden iniciar sesión en cada cambio de turno con su huella para llevar un registro del tiempo que estuvo realizando su trabajo; también es posible que los clientes hagan pedidos en línea y el pago se gestione en la nube.
2. ¿Necesito un sistema móvil?
Los TPV móviles son los más populares del mercado, esto es principalmente porque son aparatos más fáciles de usar y se pueden llevar un lado a otro. Además estos permiten que los administradores accedan a los informes y otras herramientas desde cualquier lugar en el que se encuentren desde una conexión a internet.
3. ¿Qué sistema operativo es el que me conviene?
En caso de elegir un TPV móvil es importante saber qué sistema operativo es el que más rendimiento puede ofrecernos.
Estos funcionan con teléfonos inteligentes y aunque la mayoría funciona igualmente con iOS o Android, algunos solo pueden manejarse con uno de los dos sistemas operativos.
Nuestro enfoque como comerciantes, es elegir un TPV que funcione con un sistema fácil de usar, seguro y por supuesto que sea estable. Además de ello hay que investigar a fondo, porque algunos modelos de iOS son mucho más caros que otros.
4. ¿Necesito complementos o integraciones?
Las funciones adicionales están disponibles casi en cualquier modelo de TPV, sin embargo a veces hay que pagar una tarifa mensual para poder hacer uso de ellas.
Estas integraciones pueden ser: inclusión de tarjetas de regalo en el sistema, programas de fidelización, inventario en tiempo real, informes administrativos avanzados, entre otros.
Para tomar una buena decisión, evalúa si tu negocio tiene la capacidad financiera de pagar por herramientas o características extras. También averigua si hay otros modelos que ofrezcan las mismas funcionalidades sin tener que pagar una tarifa adicional.
5. ¿Qué pasará cuando el negocio crezca?
Todos los comerciantes tienen una meta clara, hacer que su negocio crezca: tener más clientes, múltiples locales, llegar al mercado internacional, expandir el catálogo de productos y servicios, entre otros.
Cuando este momento llega, la eficacia y el rendimiento debe mantenerse igual o incluso subir de nivel. Tener un sistema adecuado le permitirá a cualquier negocio crecer sin problemas; por lo cual hay que asegurarse de comprar un TPV que permita anexar nuevos TPV o que se pueda integrar en un software más avanzado.
6. ¿Cuál es la opinión de otros usuarios?
Es una de las preguntas que no se debe obviar al momento de comprar un terminal punto de venta, especialmente cuando se trata de un TPV barato.
El folleto de marketing obviamente busca captar clientes, por lo cual lo más probable es que no contenga ningún punto negativo o especifique deficiencias del dispositivo. Todo lo que verás es una descripción ágil sobre un TPV funcional, fácil de usar y de alto rendimiento.
Pero no te limites a creer solo lo que dice el proveedor sobre su propio producto. Lo más sensato es escuchar o leer las recomendaciones de clientes previos que ya tuvieron la oportunidad de concretar una compra.
Si es posible, pide un listado de clientes actuales, comunícate con ellos o con sus empresas y realiza las preguntas necesarias para comprobar de primera mano el funcionamiento del TPV.
7. ¿No hay otras opciones con mayor flexibilidad?
Un TPV barato a largo plazo puede convertirse en la peor inversión de tu vida. Hay que comparar opciones y determinar cuál es la que ofrece costes o comisiones con mayor flexibilidad. De este modo, no quedaremos atrapados en un contrato no conveniente durante mucho tiempo.
8. ¿La atención al cliente es fiable?
La comunicación con el proveedor debería estar disponible en cualquier momento, porque los fallos no se hacen esperar y pueden provocar grandes pérdidas en el negocio.
TPV barato ¿Vale la pena?
Hemos llegado al punto central de este tema: los TPV baratos. Son muy tentadores sus precios, eso no se puede negar. No obstante, puede que no se traten de los más ideales para hostelería.
El marketing es una herramienta poderosa cuando se trata de dispositivos como estos. Hay tanta competencia en el mercado que los proveedores cada vez se inventan ofertas más fantásticas para atraer a los clientes. Por ejemplo, muchos bajan el coste de adquisición del equipo y ofrecen un periodo de prueba gratuito.
Sin embargo, si evaluamos estas ofertas en profundidad, podremos observar los puntos negativos de comprar un TPV barato.
a. Costes por software
Normalmente los proveedores ofrecen una serie de paquetes diferentes, con características distintas para que el cliente sea quien decida lo que le conviene. Estos paquetes van de uno sencillo, hasta la versión más especializada y obviamente los precios aumentan con relación a ello.
Para mantener un TPV barato en el mercado y no perder dinero, las empresas suelen aumentar la tarifa mensual por el uso del software a sus usuarios. Lo que quiere decir que contratando varios meses, optaremos a mayores descuentos en el precio.
b. Costes por el procesamiento de pagos
Un TPV barato quizás ni siquiera esté adecuado para el pago con tarjetas de crédito y de estarlo, los costes por el procesamiento de este tipo de pagos sean considerablemente altos.
Además, algunos proveedores cuando no tienen un sistema para procesar estos pagos obligan a usar cierto procesador de terceros y lo único que se puede hacer para cambiarlo es tomarse la molestia y asumir el coste de obtener un TPV nuevo.
c. Altos precios de hardware
Puede que un TPV barato tenga compatibilidad para integrarle ciertos accesorios, pero los mismos quizás necesiten ser del mismo proveedor. Lo que significa que si el hardware a integrar proviene de un proveedor diferente no lo puedes usar en el TPV y el único remedio es comprar uno al mismo proveedor sin importar el precio que tenga.
d. Costes de instalación
Algunos proveedores cobran una cantidad extra por la instalación del dispositivo en el negocio. La tarifa suele variar de una empresa a otra, desde unos cientos a miles de euros.
Este servicio generalmente incluye además de la configuración del hardware, migración de datos o la configuración de un menú de productos.
e. Comisión por cancelación de contrato
Una de las cláusulas que normalmente viene en las “letras pequeñas” de los contratos es que si el cliente decide terminar la relación comercial antes del tiempo establecido inicialmente, tiene que pagar una tarifa adicional por ello.
Conclusiones: Un TPV barato no es la solución
Es cierto que un TPV barato no es la mejor opción para hostelería, pero esto no significa que se deba invertir en un dispositivo de miles de euros, que al final tenga las mismas funcionalidades que uno de precio estándar.
Tomar una decisión correcta no solo te ahorrará dinero, sino también tiempo y una buena cantidad de frustración.
Lo mejor que podemos hacer es alejarnos de todo lo que se anuncie como “barato” o lo que incluya ofertas “gratis” porque a largo plazo puede significar que estaremos gastando más dinero del recomendado.
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