Alternativa a los códigos QR en los menús digitales de hostelería

Ya sea debido a la pandemia provocada por el COVID o por darle un toque moderno a tu restaurante, muchos negocios de hostelería están optando por retirar de manera voluntaria en ciertos casos y obligada en muchos otros, sus tradicionales cartas para presentar su oferta gastronómica.

En algunos casos podemos ver que persisten estas cartas en formato desechable, ya que pueden emplearse, por ejemplo, haciendo la función de cubre mesas para nuestros clientes, pero en otros muchos casos han decidido reconvertirse y pasar al formato digital. Estas cartas están accesibles para los comensales y pueden llegar a ellas mediante el empleo de su móvil y una conexión a internet.

Si optamos por emplear el código QR a la hora de digitalizar nuestro menú, debemos colocar este en un lugar visible para el cliente, ya sea adherido a la mesa, o algún elemento como un servilletero. Deberemos plastificar el código, ya que al estar tan expuesto, sufrirá el desgaste del día a día y llegará un momento que será ilegible. También debemos evitar que este código pueda ser manipulado ya sea para que no se dañe, o pueda llegar a ser sustituido por otro buscando dañar la imagen de nuestro negocio, imagina que un comensal escanea un código que hay en nuestra mesa esperando encontrar nuestra carta digital y este le redirige a una página con un contenido inadecuado o inseguro en el que se vean comprometidos los datos de su teléfono.

Los códigos QR

Para acceder a la carta digital, una de las opciones disponibles es el empleo de códigos QR, siglas que significan en inglés “Quick Response code” o traducido al español "código de respuesta rápida" y es una evolución del por todos conocido código de barras. Como este, es una manera de almacenar información, pero en vez de emplear barras verticales, se utiliza una matriz de puntos que forma un cuadrado. Para interpretarlo, necesitamos de un dispositivo capaz, como puede ser un teléfono móvil dotado de una cámara con la aplicación correspondiente para ejecutar la lectura. La información que contiene pude ser diversa, como un enlace a un perfil de una red social, un correo electrónico, unas coordenadas de localización o como es nuestro caso, un enlace a una web, donde puede consultarse la carta digital de nuestro restaurante. Los creadores del código QR fueron los empleados de la empresa japonesa Denso Wave, subsidiaria de Toyota y en este país este código es el código bidimensional que goza de más popularidad.

Aunque nos parezca una tecnología muy novedosa, fue creado en 1994, hace más de 20 años y puede que nos lo hayamos encontrado antes en los accesos de algún evento deportivo, conciertos o aeropuertos, ya que la rapidez de lectura que ofrece nos permite tomar decisiones de una manera ágil y por eso también podrás verlo en empresas en los almacenes para gestionar el stock y almacenaje de productos. Existen numerosas versiones que van desde la 1 a la 10 y en estas cambia el tamaño, que va desde los 21 x 21 módulos hasta los 177 x 177. A medida que el tamaño crece, también lo hace la información que pueden almacenar, pero los más comunes entre los usuarios son los que contienen 25 x 25 módulos.

Aunque la potencia que nos ofrece un código QR es muy útil, tal vez debamos considerar otras alternativas, ya que también tiene bastantes puntos negativos.

Uso malintencionado de los códigos QR

Los códigos QR ocultan un enlace y además lo hacen de tal manera que el usuario no sabe muy bien a donde le lleva dicho enlace hasta que lo abren, puesto que necesitaremos un dispositivo electrónico habilitado para dicha lectura, como un smartphone. Estos códigos que tenemos en nuestro restaurante, podrían llegar a ser reemplazados por otros y nosotros a simple vista no nos daríamos cuenta si no los escaneamos. Podrían dirigir a nuestros empleados a una web fraudulenta, donde les podrían robar datos personales, instalar en su dispositivo algún virus o software dañino, también pueden enviar datos personales que encuentren en nuestro teléfono a un tercero, etc. Por eso debemos revisar con cierta frecuencia que los códigos no han sido manipulados.

Dificultad a la hora de leerlos

Para leer un código QR, en la mayoría de ocasiones necesitaremos descargar alguna aplicación adicional en nuestro teléfono, por lo que ya estamos obligando al cliente a que instale en su teléfono una aplicación que a lo mejor no desea tener, solo para ver la carta de nuestro negocio. Esto en la mayoría de los casos no les hará mucha gracia, por lo que es conveniente valorar otro tipo de alternativas de cara a digitalizar la carta de nuestro negocio.

Desconocimiento de la tecnología

Aunque como hemos visto anteriormente, los códigos QR vieron la luz en 1994, aún es una tecnología bastante desconocida. Si somos un joven milenial, es posible que estemos familiarizados con ellos, pero si se trata de una persona de avanzada edad, con menos facilidad para la tecnología, es posible que nos cueste saber qué tenemos que hacer con ese código para llegar a ver la carta digital del restaurante. Si además como hemos visto antes, tienes que descargar aplicaciones adicionales, pues la cosa se complica todavía más.

Los códigos QR se deterioran

En muchos casos están expuestos a la intemperie o colocados en la mesa de manera que sufren bastante a raíz de contacto con los comensales, lo que puede provocar que dichos códigos lleguen a ser ilegibles para los clientes. Deberemos revisar con cierta frecuencia que la carta digital sigue siendo accesible para nuestros comensales, por lo que añadiremos una tarea de mantenimiento extra a nuestro negocio.

Web a la que enlaza el código QR

Si tenemos la suerte de disponer de nuestra propia web, podremos enlazar dicho código QR para que lleve a nuestros clientes directamente a nuestra web, donde podrán consultar nuestra carta digital. Si no disponemos de nuestra propia web, deberemos confiar nuestra carta a un hosting externo, que seguramente tenga un precio, puede colar anuncios a nuestros clientes, lo que hace que tengan una peor experiencia, nos tendremos que adaptar a un diseño fijo, como en muchos casos que simplemente descarga un pdf para el cliente, en vez de ser accesible directamente desde internet, lo que es más cómodo y sin necesidad de descargar nada, etc.

Otra alternativa a los códigos QR

Ya hemos visto las ventajas y los inconvenientes de los códigos QR. ¿Existe alguna alternativa para que el cliente consulte nuestra carta digital? La respuesta es sí, nuestro software TPV para hostelería, por ejemplo, permite acceder a la carta digital introduciendo un código desde el buscador, tan sencillo como eso. No es necesario que descargue ninguna aplicación, además de ser sumamente intuitivo, por lo que será usable para todo tipo de personas independientemente de sus conocimientos tecnológicos, puesto que todo el mundo sabe utilizar un buscador, como si de google se tratase.

Ventajas a explotar con las cartas digitales

Ya sea accediendo a la carta digital mediante un código QR o con la alternativa que nos ofrece Bliscop, tenemos que ir más allá y explotar todas las ventajas que nos ofrece el disponer de un menú digitalizado. En la mayoría de sitios, simplemente se limitar a enumerar los platos en una carta digital, esta no es interactiva, lo que nos abrirá un enorme abanico de posibilidades.

Carta digital interactiva

Si disponemos de una carta digital como la que nos ofrece Bliscop, que además es interactiva, podremos añadir en nuestro menú digitalizado enlaces extra, algunos de ellos pueden ser informativos donde nos indique los alérgenos que están presentes en cada plato para prevenir al cliente a la hora de degustarlos. También podemos añadir mensajes informativos que nos describan con detalle el contenido de los platos, para que los clientes se hagan una idea de las opciones que tienen disponibles y puedan elegir con más facilidad. Otra opción disponible es la facilidad para añadir imágenes que ayuden a los clientes en su decisión. Es importante cuidar con detalle las imágenes que ofrecemos en nuestra carta ya que nuestros platos son la esencia de nuestro negocio.

Pedidos desde nuestro menú digital

Disponer de una carta digital interactiva, permitirá entre otras cosas, poder indicar desde esta los platos a degustar. Por ejemplo, podemos añadir unos botones visibles para el cliente y desde estos irá seleccionando lo que quiere para comer. Navegará por las diferentes secciones y cuando haya decidido todo, confirmará su pedido.

Comandas automatizadas

Una carta digital interactiva, integrada en nuestro software TPV de hostelería nos permitirá que cuando un pedido se realice desde nuestro menú digitalizado, se notifique automáticamente en el sistema. Con esto conseguiremos que todo el personal del restaurante tenga constancia del nuevo pedido y actúe en consecuencia. Bliscop, por ejemplo, notifica al instante el nuevo pedido en la cocina, para que comience la preparación de los platos. Tendrán todas las comandas ordenadas, sabiendo hace cuánto tiempo se crearon y de que consta cada una. No se perderán las comandas y podremos organizarnos para trabajar de una manera ágil y eficaz.

Control de stock

Otra de las numerosas ventajas de tener integrados los pedidos con nuestro software TPV, es tener la posibilidad de que cuando un cliente realiza un pedido desde la carta digital de nuestro restaurante, el software evalúa dicho pedido y descuenta automáticamente del stock los productos asociados a este. Bliscop nos ofrece la posibilidad de conocer en todo momento, en tiempo real y desde cualquier ubicación los productos de los que consta nuestro inventario, de manera que podremos saber cuándo reponerlo con suma facilidad para que no nos quedemos sin disponibilidad de nuestros productos. Además nos permite almacenar el contacto de nuestros proveedores para comunicarnos con ellos de una manera más sencilla.

Pedidos a domicilio y para recogida

Disponer de una carta digital, nos permite ofrecer esta fuera de nuestro negocio, puesto que al liberarnos del formato físico, esta puede ser consultada desde internet, por lo que podrán realizar los pedidos desde cualquier ubicación. Podremos aceptar pedidos a domicilio, si contamos con un servicio de repartos propio o nos apoyamos en las numerosas compañías existentes para realizarlos o también pedidos para ser recogidos en nuestro local. Esto nos aportará una nueva fuente de ingresos, que siempre es de agradecer.

Nuestro software TPV, permite la opción, gracias a su carta digital, que desde esta realicen los pedidos, por lo que no tendremos que tomar nota de los pedidos a domicilio, pero siempre existe también la opción de recibir las llamadas telefónicas y ser nosotros los que introducimos en el sistema los pedidos a domicilio o para recogida.

Conclusión

Si aún no disponemos de una carta digital, recomendamos su uso ya sea implementada mediante el uso de códigos QR o como nosotros preferimos otras opciones como la elegida por Bliscop. El uso de esta carta digital, en conjunto con un software TPV integrado nos permitirá disponer de un enorme abanico de posibilidades que nos facilitarán enormemente todas las tareas diarias de nuestro negocio. Nos facilitará el control del stock, podremos recibir pedidos a domicilio o para recogida, dispondremos de un sistema de notificación de comandas automático en cocina, entre otras muchas opciones.

No te quedes atrás y entra en la era digital, para mantener tu negocio competitivo y disfrutar de numerosas ventajas que vendrán acompañadas de un software como el que nos ofrece Bliscop.